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domingo, 4 de noviembre de 2018

Palabras enviadas por la Lic. Rosana Ponce sobre Hebe San Martín de Duprat


Lamentando no poder acompañarlos en la celebración de la imposición del nombre Hebe San Martin de Duprat para el Centro de Capacitación, Información e Investigación Educativa (CIIE) de Pilar, hago llegar estas palabras:

La trayectoria pedagógico-profesional de Hebe San Martin de Duprat revela una huella imborrable en la educación inicial y en la formación docente de la Argentina. Llevar su nombre, implica un gran desafío el de asumir el legado para la construcción colectiva de caminos que permitan avizorar horizontes educativos con mayor democratización del conocimiento.
La educadora Hebe San Martin pudo combinar sus acciones y proyectos fundamentados en un discurso crítico que supo traducir en clave pedagógica y didáctica. Trabajo apuntando a la formación de sujetos activos, críticos y transformadores, al mismo tiempo ella misma actuó el rol de agente transformador activo. Recuperando su palabra, en el libro “Fundamentos y estructura del Jardín de Infantes” escrito junto a Cristina Fritszche, decía:
 “La didáctica nueva no concibe un maestro imitador, que busca “modelos” o “recetas” para aplicar, sino un maestro que piensa porque estudia y ejercita la reflexión ante todo planteo teórico, que recrea con su propia individualidad lo aprendido, que hace del fundamento teórico y la aplicación práctica una relación estrecha y dinámica, conoce el “por qué”, “el cómo” y el “para que” de su tarea.”  (Fritszche y Duprat: 1968: 5)
Hebe San Martin concibió al maestro como un pedagogo que crea y recrea la cultura en su quehacer cotidiano, lo consideraba un intelectual transformador.
Algunos de los planteos que formaron parte de las preocupaciones de Hebe San Martin, en otros tiempos y coyunturas socio-históricas, aún pueden resignificarse, mientras otras continúan siendo cuestiones pendientes.  
Espero que el CIIE desde su trabajo de investigación y de formación permanente, siga acompañando la formación de formadores para contribuir a la construcción y circulación de saberes y conocimientos pedagógico-didácticos.  Asumir esta perspectiva institucional sugiere una enorme responsabilidad que habilita y anima a seguir soñando y proyectando mejores horizontes para la educación pública argentina.