Miriam Persiani de Santamarina
Una de las grandes preocupaciones que surgen en
las mesas de trabajo entre niveles educativos, es el de la articulación.
Si bien, en muchas instituciones se están poniendo en
marcha distintos proyectos, especialmente entre la 3º sección del Nivel de
Educación Inicial y el 1º año del Nivel de Educación Primaria; aún no se han
podido plasmar acciones articuladas que tengan que ver con los procesos de
aprendizaje de los niños, más que con la recreación o con alguna actividad
aislada relacionada con lo artístico.
Dado que etimológicamente articular sería unir y/o
enlazar, considero necesario comenzar a reflexionar sobre qué no es articulación:
üNo es reducir las acciones a meras actividades de integración entre
alumnos de un nivel o ciclo con el otro, sino que implica básicamente realizar concertaciones
institucionales, concertaciones conceptuales y concertaciones curriculares.
Esto implica entender a la articulación desde el paradigma de la complejidad.
üNo se trata de incluir
actividades dispersas en el proyecto institucional, sino que es necesario que converjan condiciones tales como la
existencia de un Proyecto Institucional en proceso de construcción y revisión
permanente para garantizar la articulación intrainstitucional e
interinstitucional entre niveles.
üNo implica sólo organizar actividades compartidas, sino planificar
proyectos a partir de una evaluación diagnóstica de posibilidades educativas
mutuas, conformando equipos de trabajo intra e interinstitucionales,
concertando modelos teóricos y didácticos.
üNo es sostener una propuesta desde el espontaneísmo o la
improvisación, sino desde la planificación de propuestas curriculares que
sinteticen convergencias curriculares
que provengan de la contextualización de los diseños curriculares o de una
búsqueda activa de puntos en común.
üNo es la inclusión simétrica, competitiva o jerárquica de docentes,
equipos de orientación escolar y/o directivos, sino que la responsabilidad la
comparten todos los miembros.
üNo es espejar la organización espacial tal como la organiza “el otro
nivel”, sino adecuarla en función de la propuesta curricular acordada.
üNo es cuestión de hacer que los niños y niñas se agrupen porque en
el Jardín así lo hacen, sino de promover agrupamientos que respondan a una
concepción didáctica que valore el conflicto sociocognitivo y las interacciones
como generadoras de aprendizajes funcionales.
üNo es un trabajo descontextualizado ni una oferta desigual entre
niveles, sino una oportunidad para promover el acceso a saberes variados que
posibiliten a los niños y a las niñas la interacción con conocimientos que no
se ofrecen fuera de la escuela.
Por lo tanto, los propósitos que debería tener un proyecto
de articulación son:
üDar continuidad a un proceso educativo que se inicia cuando un niño
o niña ingresa a un Jardín maternal o a un Jardín de Infantes y ha comenzado su desarrollo en el sistema
formal de escolaridad.
üDar sentido y forma a procesos que intenten evitar fracturas entre
las culturas e identidades de cada nivel, concertando desde los lineamientos de
la política educativa vigente, cuestiones institucionales, curriculares y
vinculares.
üPropiciar la diversidad de alternativas y de propuestas educativas
que la escolaridad formal indica para cada nivel (teniendo en cuenta la
especificidad de cada uno).
üEvitar el “fracaso escolar”, teniendo en cuenta las historias
escolares y educativas de los niños y niñas, en un contexto de vulnerabilidad
educativa (poner en juego los aspectos pedagógicos a la hora de evaluar
procesos de aprendizaje: evaluar procesos de enseñanza).
Asimismo, para poder planificar acciones de manera
conjunta, los Ejes en torno a los cuáles se piensa la articulación
serían:
üLa coherencia: para que exista
coincidencia en el interior del sistema y para evitar fracturas. Esto se
vincula con los aspectos invisibles de la tarea educativa. Por eso, es
fundamental acordar qué se entiende por enseñanza, por aprendizaje, y por experiencia
educativa.
Considerando que una experiencia es educativa si
ayuda a pensar, discutir, interpretar, reflexionar, contrastar, dudar,
percibir, discriminar, reconstruir, resignificar.
En cambio, no lo sería cuando hay memoria sin enlaces
significativos, sumisión a la palabra del otro y/o estereotipia.
üEl diseño curricular de cada nivel,
teniendo en cuenta el carácter prescriptivo de los contenidos, en pos de
garantizar la igualdad de oportunidades y la inclusión de todos los niños y
niñas: que todos estén en las instituciones aprendiendo.
üLa intervención docente: buscando
distintas estrategias y propuestas educativas planificando sus enseñanzas para
que los niños y niñas aprendan.
üEl trabajo en equipo y la conformación de parejas pedagógicas: incluyendo en la planificación de acciones conjuntas a distintos
maestros/as, maestros/as especiales, maestro/a bibliotecario/a, personal del
E.O.E.
üEl proyecto de articulación dentro del Proyecto Institucional de
ambas instituciones: trabajándose en cada elemento
de las planificaciones: contenidos, propósitos, modalidades organizativas,
previsiones didácticas, bibliografía y recursos, tiempos y espacios, criterios
de enseñanza (continuidad, diversidad, complejidad, alternancia), evaluación
como parte de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
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