Caruso, Carla. 2013.
El secreto de la abuela María. Buenos Aires. Argentina. Ed: Callis.
Reseñado por Daniela Rodríguez Ianno (Profesora de EGB 1y 2, Maestra del Colegio Arco Iris del Pilar.
Este libro álbum de la autora Carla Caruso narra la historia de una niña llamada
Natalia que disfruta de sus tardes con su abuela María porque ella le presta
sus perfumes, pañuelos, collares, disfraces, y le prepara meriendas
deliciosas cargadas de anécdotas . Un
día, Natalia, cuando ya no puede esperar
más por la intriga que le da un enorme placar que siempre está cerrado en la casa
de la abuela, logra, a escondidas,
entrar en él. Y es ahí, donde encuentra todos los recuerdos de su abuela, y
descubre su secreto, que ahora también es el de ella. Ya que en ese momento entiende
que su abuela fue una niña igual que es
ella ahora y tiene muchos secretos iguales a los suyos.
Teniendo en cuenta los criterios éticos y socioculturales, lo que me
pareció al leer este cuento es que uno
puede viajar a su infancia e
identificarse con Natalia y con el amor
de abuela. Es un texto sensible y
delicado. En donde se tocan temas como la muerte, la vejez, los secretos, el amor filial que pasa de generación en generación, y la
sensibilidad de los niños.
Las imágenes, realizadas por Rosinha Campos,
demuestran un claro criterio estético y también
pedagógico ya que se presentan de forma
secuenciada y están articuladas entre sí. Y a pesar de que es un libro con
mucho texto, y sus imágenes son de colores tenues como el marrón, negro y
blanco, éstas construyen significado y tienen
un gran potencial interpretativo.
Respecto al criterio pedagógico es una buena historia, coherente, entretenida,
con tensión y emoción. Con un lenguaje claro y preciso que invita el lector a
acercase al texto. Esto no quiere decir que la autora usa diminutivos o un
vocabulario sencillo, sino que la estructura de las oraciones y el uso de una
sintaxis adecuada permite la lectura e interpretación de los niños.
Además en el inicio del
cuento, nos muestra que la mirada de la autora está puesta a favor de la
infancia. Donde se describe una niña feliz,
que juega, que está contenida por su abuela y que disfruta de la compañía y cuidado de ella. Así lo narra la
autora: “Era sábado y Natalia se fue a pasar el día a la casa de la abuela
María. Le gustaba ir al cuarto para jugar entre los muebles antiguos, muy
grandes, llenos de detalles. Se quedaba horas frente al tocador; el espejo
reflejaba a una niña de ojos almendrados, castaños, oscuros. Natalia hurgaba en
los perfumes, cepillos de pelos y collares…”
A pesar de que este libro
abarca temas tan profundos como la muerte,
la vejez o los recuerdos, considero que
por la claridad de las oraciones, y la preponderancia de las imágenes, puede ser trabajado con niños a partir de los 6 ó 7 siete años.
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