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domingo, 14 de octubre de 2012

Más lecturas en torno al mundo de las brujas. Ideas para leer y trabajar en la escuela


Marcelo Bianchi Bustos


“La ficción ingresa temprano a nuestras vidas. Comprendemos precozmente, que hay ocasiones en que las palabras no se usan sólo para hacer que sucedan cosas (…) sino para construir ilusiones”.
                                                                 Graciela Montes, 1999

La frase de Graciela Montes que se ha decidido utilizar a modo de epígrafe sirve para introducir este trabajo que consiste en la lectura y el análisis desde una perspectiva pedagógico – didáctica un libro de literatura para niños. En este caso se trabajará con el libro Disculpe … ¿es usted una bruja? De Emily Horn[1], un texto que pondrán al joven lector en contacto con la creación literaria y con una historia atractiva que generará posiblemente una empatía entre el personaje principal de la historia y el niño. Al poner al niño en contacto con esta historia podrá ver que se propone un mundo imaginario , tal vez muy parecido al real, pero que es ficcional y que está elaborado a partir de un uso poético del lenguaje.



El argumento de este cuento es de estructura sencilla. Horacio, el protagonista de esta historia, es un gato que vive en la calle, excepto cuando hace mucho frío y se queda en una biblioteca pública. Es allí donde descubre un libro muy especial, una “enciclopedia de las brujas”, el cual las describe dando diversas caracterizaciones (que usan medias a rayas y sombreros puntiagudos, viajan en escobas voladoras, preparan pociones en calderos) pero una de ellas le llama la atención: sus mascotas con gatitos negros. Este descubrimiento le da a Horacio una idea genial: buscar a una bruja para que lo adopte como mascota y de esa forma no estar solo nunca más. Su afán por encontrarla lo lleva a confundirse y a interpelar, por ejemplo, a una niña que lleva medias a rayas, luego a un barrendero que limpia los adoquines con su escoba, y, por último, a una mujer que está cocinando en un enorme caldero. Lamentablemente ninguno de ellos era un bruja y decepcionado Horacio vuelve a la Biblioteca, lugar en el que se acercan algunas niñas para mimarlo. Luego el personaje descubrirá que ellas son aprendices y que, al gustarles mucho el gato, le pedirán permiso a la maestra para llevarlo a su casa. La maestra acepta y finalmente Horacio encuentra su lugar al convertirse en el gato de la escuela de brujas.

a) Fundamentación del género y criterios de selección

Considerando los aportes de Miretti (2009: 47) se ha decidido trabajar con un cuento que posee una estructura lineal, canónica (con introducción, desarrollo y desenlace) pues de esa forma el niño podrá apreciar la resolución del conflicto, en este caso la soledad de Horacio, que originó la historia.
Al seleccionar este libro he privilegiado el género, el tema y los personajes que aparecen en él. Con respecto al género, es importante destacar que el cuento es importante pues por medio de él, el niño comienza a comprender la importancia del uso poético del lenguaje y como lo señaló Montes en la cita del comienzo de este trabajo, le permite darse cuenta que cuando se lee o se escucha un cuento se está frente a un hecho del lenguaje distintos, en el que las palabras sirven para otra cosa, en este caso para crear un mundo ficcional, el de Horacio y su búsqueda. También el cuento posibilita la construcción de la subjetividad y los miedos y los temores del niño. En este caso concreto al ser un texto de estructura ternaria y tener una serie de repeticiones, los niños lo pueden comprender sin dificultad.  Con respecto al tema y los personajes los mismos son atractivos para los niños y por momentos se recurre a los estereotipos que permiten que el niño comprenda y siga el hilo argumental de la historia.
He elegido este historia pues, como señala Miretti, posee una serie de características básicas que hacen que sean de aplicacación para la lectura y el trabajo con los niños, entre ellas el presentar pocos personajes, que los mismos están bien caracterizados aunque en este caso concreto las características que poseen las brujas puedan ser usadas por otros, existe una abundancia de repeticiones en torno a la pregunta ¿es usted una bruja? En el derrotero que realiza Horacio en su búsqueda y existe una falta de situaciones simultáneas que permite que el lector se centre en el desarrollo de la historia. 

b) Proyección didáctica

Campo de aplicación

Considero que este libro puede ser leído por niños de diversas edades, tanto en el nivel inicial como en el primario. Por la historia y las características de Horacio, los niños sienten una identificación con el personaje que sólo busca el cariño de una dueña que lo quiera.  Esta idea se vincula con lo señalado por Ana Garralón (2003: 7) quien dice que “el lector se sentirá como protagonista de muchas historias que lee: desconcertado con lo que tienen ante sus ojos, preocupado por el futuro que hereda y esperanzado con la idea de no cometer los mismos errores que sus padres”. Sin dudas las dos primeras de las características que menciona la autora se pondrán en juego cuando los niños lean la historia de Horacio.
La extensión de la historia es una característica que merece ser destacada pues de esa forma el niño podrá leerlo sin problema y en caso de que sea leído por el docente, éste podrá hacerlo de manera ininterrumpida, asegurando de esta forma la entrada y la permanencia al mundo ficcional del gato y su búsqueda de una bruja. 

Estrategias posibles

La entrada al texto en el aula debe ser a partir de los paratextual, a partir del trabajo con la tapa y los datos que en ella aparecen. La imagen de un gato y sobre él, la sombra de alguien, no se sabe quien pero por su silueta se puede deducir que se trata de una bruja.
Este libro puede ser leído tanto por el docente como por los alumnos en el aula (o fuera de ella). Obviamente que con cada uno de estos dos actos distintos se logran propósitos diferentes. Por medio de la lectura del texto mediante la voz del maestro (o de otro mediador de lectura, como un bibliotecario, los padres, etc.) los niños disfrutarán del relato: se imaginarán las acciones seguidas por este gatito, se reirán por sus equivocaciones, se emocionarán y participarán activamente de la historia a través de su imaginación. También la historia podría ser narrada pero considero que todo docente debe ser un modelo lector y mostrar constantemente los libros y la pasión por leer, la lectura del cuento puede dejar una marca en los estudiantes.
Luego de la lectura del texto es sumamente interesante abrir un espacio de intercambio propiciando la interpretación de lo leído. Como señala Alicia Zaina, Profesora del Instituto Eccleston, “la interpretación es una actividad intelectual muy rica y compleja que el lector ejerce. Es, en principio, una actividad individual que se desarrolla en la interacción con el texto” (Zaina, 2000: 29). Para poder hacer esto no hay que volver a contar lo leído sino generar una conversación en la que participen los que quieran hacerlo y que les posibilite a los niños ir ganando progresivamente la confianza para hacerlo. En este momento lo que se debe priorizar es el intercambio, la reflexión, el momento íntimo de cada uno con la historia leída o escuchada.  
A partir de estas actividades macro que acompañan el día a día escolar, se pueden realizar otras como:
·        Producir una galería de gatos y de brujas: Se puede realizar con los niños un álbum, una galería de personajes prototípicos, en este caso las brujas, y acompañadas de los gatos. Esta actividad que estará acompañada con imágenes les posibilitará a los niños comparar, predecir, hipotetizar distintas cuestiones vinculadas con el mundo de las brujas en las que los calderos mágicos, las escobas voladoras, los hechizos, etc. se harán presentes.  
·        Producir un recetario “brujeril”, es decir de un libro de recetas y de pócimas para hacer reír, para que pare de llover, etc. De esa forma y a partir de lo leído se trabajará con la invención de recetas, actividad que lleva implícita la indagación de este tipo de texto y de su formato textual.
·        Investigar sobre la importancia de las bibliotecas: Como Horacio se resguardaba en la biblioteca, la idea de este espacio como el lugar en el que conseguía el calor puede ser el disparador para que los niños indaguen guiados por el maestro sobre la importancia de la biblioteca, a partir del conocimiento de la biblioteca de la sala, de la charla de un bibliotecario o de la visita a una biblioteca.
·        Escribir: Si se desea escribir se puede invitar a los niños a crear otras aventuras de las pequeñas brujas que deciden adoptar a Horacio.
·        Expresarse a través del arte: Si se desea jugar y trabajar con la expresión estética, se podrá trabajar con los niños en la elaboración de escobas voladoras.

Pero además, como la lectura de un cuento remite a otro a través de la relación intertextual, es posible que éste sea el punto de partida para ingresar al mundo de lo literario y también para vincular a la literatura con el cine y el teatro. Al trabajar con la historia de Horacio los niños posiblemente vincularán los personajes con la saga de Harry Potter y el mundo ficcional que crea la autora plagado de brujas en el que algunos gatos se hacen presentes o otros gatos clásicos de la literatura – que tal vez ya han sido abordados al realizar la galeria de personajes – como por ejemplo el gato con botas o el de Alicia en el País de las Maravillas. De esa forma el libro podrá ser puesto en relación con otros, como por ejemplo:
  • La varita mágica de Winnie, de Valerie Thomas y Korky Paul.
  • La bruja Mon, de Pilar Mateos.
  • Una bruja demasiado gorda y otra demasiado flaca, de Cristina Portorrico y Poly Bernatene.
  • Niños, las brujas no existen, de María Inés Falconi.

c) Valoración crítica

Cuando el libro llegó a mis manos lo primero que pensé fue ¡otra más de brujas! Pero lo que me resultó atractivo de este libro fue que las presenta sin el terror con el que se presentaba en los cuentos tradicionales. También me resultó interesante el personaje y su búsqueda de una bruja que lo quisiera adoptar, un periplo por diversas equivocaciones hasta que, cansado y tal vez vencido, son las brujas las que lo encuentran a él. 


Referencias bibliográficas


Aimar, María (et al) (2010) Proyectos con literatura, Buenos Aires, Novedades Educativas.
Garralón, Ana (2003) “Literatura y valores” en: Revista La mancha, N° 17.
Miretti, María Luisa (2009) Educación literaria desde el Jardín maternal, Buenos Aires, SB.
Zaina, Alicia (2000) “Por una didáctica de la literatura en el nivel inicial” en: Malajovich, Ana (2000) Recorridos didácticos en educación inicial, Buenos Aires, Paidós.





[1] Horn, Emily (2008) Disculpe … ¿es usted una bruja?, Bogotá, Norma. Esta autora nació en Sydney, Australia y este libro es el primero que ha publicado. El mismo está ilustrado por Pawell Pawlak, de Polonia, un ilustrador que ha importantes premios, entre los cuales se destacan el Prix International Biennal pour Illusstrateurs de Livres d’Enfants y otros otorgados por el Art for Children Biennial de Polonia.

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